El jamón es quizá el alimento que mejor abandere la gastronomía española. Aunque su fama es a nivel mundial, lo cierto es que hay varias creencias erróneas sobre este delicioso producto. Por eso, hoy desde La Casa del Jamón, queremos desmentir diferentes falsos mitos sobre el jamón, que le acompañan desde hace demasiado tiempo.

Desmontando falsos mitos sobre el jamón

Es mejor el jamón de hembra que de macho

Antaño los cerdos machos se castraban alrededor del año de vida. De este modo, la testosterona que producían alteraba con frecuencia el sabor y textura del jamón.

Hoy en día, se castran al mes de nacer, evitando este problema. Por tal motivo, es indiferente que el jamón proceda de macho o de hembra.

Los jamones de bellota proceden de cerdos que solo comen bellotas

Sin duda, es uno de los falsos mitos sobre el jamón más populares. Y, como seguramente hayáis adivinado, es totalmente falso.

Los cerdos se alimentan de leche materna durante los primeros meses de vida. Más tarde, toman pienso y pasto hasta llegar a la montanera. Es en esa fase cuando disfrutan de las preciadas bellotas, aunque también consumen raíces, hierbas y otros frutos que encuentran en la dehesa.

Elegir la pata derecha o izquierda del cerdo

Las costumbres al dormir de los cerdos son similares a las de los humanos. Unas veces duermen de un lado y otras, del otro. Por eso, no tiene ningún fundamento científico elegir la pata derecha o izquierda del cerdo. ¡Ambas serán deliciosas!

El jamón engorda

Que engorda es otro de los falsos mitos sobre el jamón más extendidos. Como siempre, depende de los alimentos con que se tome el jamón, ya que de media el jamón aporta tan solo unas 300 kcal por cada 100 gramos.

Y, olvídate de retirar la grasa del jamón, puesto que es la responsable de gran parte de su sabor y experiencia gustativa.

Los puntos blancos son malos

Esos puntos blancos que aparecen de vez en cuando en el jamón es tirosina. No es nada nocivo para la salud, sino que se trata de aminoácidos cristalizados que denotan una buena curación del jamón.

Mitos sobre el corte y la degustación del jamón

Cualquier cuchillo vale para cortar jamón

Mentira. Para cortar adecuadamente el jamón se necesita una serie de utensilios. Entre ellos, los cuchillos, que deben estar bien afilados y contar con unas características concretas para cada zona.

El jamón siempre se empieza por la maza

No es cierto, ya que dependerá de las necesidades de su consumo. Si va a tomarse rápidamente, por ejemplo para un evento, puede empezarse por donde se quiera. Sin embargo, si es para cortar de vez en cuando, es mejor comenzar por la babilla, para evitar que se reseque.

Es mejor el jamón cortado a cuchillo que a mano

Falso. Aunque cortar el jamón a mano es toda una experiencia para el cortador, no todo el mundo tiene el arte, la paciencia ni el tiempo para hacerlo. Un jamón cortado a máquina no tiene por qué significar peor calidad.

El jamón se puede tomar a cualquier temperatura

Poder se puede, pero no es lo más recomendable. Si tomamos el jamón recién sacado de la nevera, no ofrecerá la textura ni los matices adecuados para su degustación.

Lo ideal es hacerlo a temperatura ambiente, dejándolo unos minutos para que se atempere. Especialmente cuando se trate de jamón envasado al vacío.

Si tiene moho hay que tirarlo

Ver moho en la corteza es normal, suele aparecer durante el proceso de curación. Basta con retirarlo y cortar con normalidad.

El jamón, al estar curado, se puede guardar en cualquier sitio

Falso. Lo mejor es mantenerlo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y del calor.

Una vez empezado, debe protegerse la zona de corte con un papel film para cubrir dicha superficie, reemplazándolo a menudo. Otra opción es utilizar un trapo de algodón limpio y que no deje pelusa.

Disfrutar del mejor jamón con La Casa del Jamón

En La Casa del Jamón disponemos de las mejores opciones para disfrutar del jamón, tanto en piezas como loncheado.

Tan fácil y cómodo como realizar el pedido online y recibirlo donde el cliente desee. Ah, y si adquiere una pieza entera (jamón o paletilla) se lo loncheamos y envasamos al vacío sin coste adicional. ¡Más cómodo imposible!