El jamón ibérico y el jamón de pata negra son dos de los productos más emblemáticos y preciados de la gastronomía española. Se trata de auténticos tesoros culinarios, conocidos por su sabor incomparable y su gran valor nutricional. No obstante, es común encontrar confusión respecto a las diferencias entre ambos. Para ayudar a esclarecer este tema, hoy en La Casa del Jamón explicamos las principales diferencias entre el jamón ibérico y el jamón de pata negra.
Diferencias entre el jamón ibérico y el jamón de pata negra
El concepto de jamón ibérico hace referencia al jamón que se obtiene de los cerdos de raza ibérica. Este tipo de cerdo es autóctono de la Península Ibérica (España y Portugal) y se caracteriza, entre otras cuestiones, por su capacidad para infiltrar grasa en el músculo. Esto contribuye a proporcionar la textura y el sabor únicos del jamón ibérico.
Por otro lado, el término pata negra se utiliza comúnmente para referirse a los jamones ibéricos de la más alta calidad. El origen de este nombre se debe al color de las patas de los cerdos ibéricos, que son de tonalidad negra.
Por eso, aunque este término se utiliza de forma general, en realidad está reservado por la legislación española para el jamón ibérico de bellota 100% ibérico. Es decir, para el jamón procedente de cerdos de raza ibérica pura que se han alimentado de bellotas durante la montanera.
En qué se diferencian
Una de las principales diferencias entre estos dos tipos de jamón se basa en la pureza de la raza del cerdo. Mientras que todos los jamones de pata negra son ibéricos, no todos los jamones ibéricos pueden considerarse pata negra.
El jamón ibérico puede proceder de cerdos de raza ibérica pura (100% ibéricos) o de cerdos ibéricos cruzados con otras razas. En ellos, el porcentaje de raza ibérica debe ser como mínimo del 50%.
Además, también encontramos diferencias en la alimentación recibida durante la montanera. Mientras que algunos cerdos se alimentan de bellotas y productos naturalmente presentes en la dehesa, otros consumen pienso.
Por su parte, el jamón de pata negra es una denominación reservada exclusivamente para los jamones de cerdos 100% ibéricos alimentados con bellotas en la montanera. Estos jamones son considerados los de mayor calidad y también suelen ser los más caros.
Características organolépticas
Ambos tipos de jamón son valorados por sus excepcionales características organolépticas.
Su sabor, aroma y textura son inigualables. Sin embargo, el jamón de pata negra, debido a la alimentación de los cerdos con bellotas y a la pureza de la raza, presenta un sabor más intenso y un aroma más pronunciado, con notas de frutos secos.
Su textura es más jugosa y tierna gracias a la infiltración de grasa en el músculo. El jamón ibérico, aunque también de excelente calidad, puede variar más en sabor y textura, dependiendo de la alimentación y la pureza de la raza del cerdo.
Ahora que ya conocéis las diferencias entre el jamón ibérico y el jamón de pata negra, no dudéis en encontrar el mejor jamón en La Casa del Jamón.